Era un día soleado y vivo cuando emprendimos camino hacia el segundo paso. Habían rumores sobre las delicias de un conocido emparedado español llamado "pepito"; el Sr.Jadue hace mucho tiempo atrás lo había tanteado, pero Carlitos había revivido la llama y la pasión por este sandwich nos llevó hasta el Estadio Español.
Fue un fin de semana de octubre y se celebraba el día de la raza; como en un pequeño pueblo, el estadio olía de festival. Mujeres vestidas de baile flamenco y hombres de boina, la sangría alegraba a los grandes y los churros endulzaban el corazón. Fue un gran espectáculo, pero nosotros teníamos una meta priorizada. Estoicamente nos dirigimos hacia el restaurant, templados de no caer en las tentaciones del churro y la sangría, pues el hambre estaba en su perfecto punto para disfrutar de aquel pepito. Entonces fue cuando el aroma llegó: el ajillo refrito humedeció la boca y los sentidos se activaron. Nuestra imaginación burbujeaba como el aceite hirviente, con fugaces imágenes de queso, churrasco y un delicioso pan frito junto con la carne y el aceite. Tras unos instantes, Él estuvo frente a nosotros, desafiante, peligroso, pero estaba dispuesto a entregarse completamente. Entonces comenzó la batalla; Carlitos lo degustó lentamente, con pasiva lujuria y detalle, mientras que el Sr. Jadue hincó el diente en su presa y devoró con placer animal. El pan crujía mientras aplastaba las numerosas placas de carne en su interior, mas para nuestra sorpresa, su temperatura no alcanzaba a realzar el sabor de los ingredientes ni rebalsar la boca del jugo de la carne.
Probablemente no fue el mejor día para un "pepito". Quizás el día de la raza no estaba dispuesto a compartir también los celosos secretos que se hayan tras este sandwich. Pero lo que sí es cierto, es que aunque no fuera perfecto, si era delicioso.
- Local: Restaurant Estadio Español
- Sandwich: Pepito (Lugo)
- Ingredientes: Churrasco, queso
- Ubicación: Nevería 4855
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